El hombre que ríe experimenta, como Los miserables, el influjo de aquellos intentos sociales que habían hecho de Victor Hugo un hombre político, y la pasión se muestra ardiente, en páginas densas de clima. Es ésta la más personal de las obras de Hugo, aquella en que la fórmula de la, antítesis es puesta mas claramente al servicio de una ideología: un saltimbanqui filósofo, Ursus; un monstruo de alma luminosa, Gwynplaine; una huérfana ciega, Dea; una duquesa pervertida, constituyen sus motivos fundamentales.